Mírame a los ojos, mira mi rostro, escucha mis alucinaciones, entra en mi sinapsis. Toma mis manos, alcanza el cielo junto a mis exhalaciones, siente mis garras sobre tu espalda y mis dientes en tus hombros, si es que aun lo sientes. Toca las estrellas junto a mis dedos y siente el estallar del universo en tus brazos. Traeré el caos hasta tu boca, detendré el devenir de los cometas antes que alcancen tus oídos, en el  ímpetu en su carrera loca. Cabemos una fosa común sobre los límites del universo y sentémonos cerca del fuego para que el frio de la soledad no nos alcance. Pongamos nuestras manos y potenciemos aun más este trance . El regreso es un camino largo y difícil, pero no quiero irme y creo que tú tampoco. Armemos nuestra borda aquí, levantemos un techo con las estrellas y edifiquemos nuestra in-civilización sobre el acantilado del infinito, no me quiero ir jamás de aquí. Sobre tus manos, pongo el regalo de lo ilimitado, sobre tus ojos pongo lo mas fútil de lo aclavelado...