-Y otra vez tratando de negociar con la realidad, para sopesar cual es la miseria más grande dentro de nuestra concordia , ¿Por qué no encuentro nada más interesante en mi?,
-Y, ¿Dónde está ese Dios de papel?, ¿Por qué cuando mire su cielo, no encontré espacio para mí? Solo habían santos, héroes benditos y mártires colgados de un tronco.
¿Por qué cuando crees en tus propias alas crecen espinas en el cielo?
¿Por qué somos como la flor que resurge bajo sus ojos, ese fuego que nadie puede disipar? , pero nos abollamos bajo las alas de la muerte, en esa persistente auto destrucción estúpida, de cada noche, en vasos, papelillos hasta ver una sonrisa en sus rostros que no ven más allá de sus labios.
0 comentarios:
Publicar un comentario