SOniDos

Sigo ocultándome de los viejos murmullos de la oscuridad mal heredada. Es cierto que hay miles de cosas que a diario reinventan mi vida y mis sensaciones. Es por ello que trato de estar siempre alerta a los nuevos presagios que me susurran al oído, las nuevas trasformaciones insondables de mis pasos. Hoy es un día como los demás, donde las olas en mi cabeza mecen mis dedos por el teclado. Haciendo ese ruido tan perfecto y sutil, que me encanta, un ruido exacto, de vibraciones en un espectro ecuánime, tan exacto para mi oído que suele estar tan dañado por los energúmenos vociferantes que sombrean mis orejas a cada instante.  Ya solo escribo para escuchar ese ruido perfecto, agasajo con mis dedos las teclas solo con la intención de escucharlo, como la intensidad de mis palabras se refleja perfectamente en el sonido catártico de sus texturas…   es quizás con esa intención que tengo este espacio, para poder escuchar el sonido de las teclas, sin que nadie juzgue lo que escribo, solo para escuchar esta cacofonía…