Solo los instantes se hacen mas fugaces en lo trascendental de una melodía, una cacofonía de ritmos llenos de veneros canticos de pecado. Es la especie más rara que circunda las bocinas del lugar, esa que hace más bello todo el espectáculo. Las luces y sombras de danzas llenas de bocados y mordidas. El espectáculo espectral por excelencia, ese que nos hace más humanos, ese que nos hace más animalmente divinos. Es el fin necesario del ser humano, ser un animal divino.
Animal Divino = Humano
Pero antes debemos cruzas un largo trecho de malformaciones congénitas de litros de generaciones malcriadas por el acero y el humo. Esas incubaciones que queramos o no, codifican y conforman gran parte de los pasos que damos en esta vida.
Por ejemplo, nuestra efectividad Chilena post terremoto, donde lo más verdaderamente animal sale a flote, cuando lo salvaje es lo más tiernamente desolador. Esa Conducta que anhela unos brazos que protejan, un seno que alimente. Cuando infecundos estamos en un futuro incierto, Porque, ¿De algo sirvió tener una hermosa casa? , pues de nada. Entonces, cuando todo el progreso ya no tiene esa luz tan maravillosa, tan propia del porvenir, ¿qué nos queda?, parece que solo nos subsiste saquear, habitar el caos, sembrar la resignación y el egoísmo.
No estoy juzgando ni menos aun justificando. Claro, comentar y criticar es muy fácil y entretenido. Sobre todo cuando se hace mirando la televisión y actuando como si estuvieses escuchando. Pero en verdad, eso digo, ¿qué más te queda cuando todo lo que creíste una vez ya no está? , mirar al cielo no te va a servir de mucho, gritarme y escupirme en la cara menos. Son lapsus que algún celebre Dios te puso en tus narices para que hagas un pastel de crema y es tu obligación que salga delicioso, aunque solo te hayan dado ramas de cerezo y huesos de hipopótamo.
No vengo aquí a dármelas de un anti humano, comunista, anarco-semitista-post punk ni mucho menos, solo ver que el concepto “Crisis” y con todas las propiedades que ella satisface, dejan implícito muchas cosas, que querámoslo o no, son indispensables en este momento. Porque la pregunta que antes plantee aun sigue viva, ¿Qué hacer?, porque algo tienes que hacer. Perdón por mi escepticismo critico pero, no creo que los organismos del Estado, las instituciones de la vida civilizada y menos aun las Organizaciones del hombre citadino bonachón te devuelvan parte de lo que tenías o creíste tener. Y bueno, ¿qué vamos a hacer?, porque a esta pregunta, quiero, entusiastamente, incluir a todo y todas. Porque desagraviando todas las ciencias, estamos viviendo en sociedad y cada cosa que haga, indispensablemente afectara hasta la más asquerosa de las cucarachas.
Por mi parte, he perdido muchas cosas en todo esto. He perdido mi seguridad, algo tan importante en la aldea global neoliberal de terciopelo con rayas azules. Tiempo, lugares, necesidades, prioridades, reflejos, movimientos, aromas, miradas, caricias, sensaciones, sonrisas, abrazos, manos y destellos. Algo que para muchos quizás solo sean estupideces banales, para mí son tan importantes como una casa, un televisor plasma o un papel higiénico.
Ya tengo el primer paso, he visto que he perdido, ahora viene, que voy a hacer, pero repito, puedo hacer muchas cosas, pero necesito saber que van a hacer todos ellos, para decidir qué hacer yo, no es la idea que piense tan egoístamente y alcance la luz del porvenir por y para mis propios medios, es por esto que necesito hacerte estas preguntas….
¿Qué has perdido?
¿Qué vamos a hacer?
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